A causa de los eventos actuales relacionados al ataque paramilitar contra comuneros Mapuche, hacemos un llamado general a las y los anarquistas para no olvidar los encuentros anteriores en base al trabajo socializante de la idea ácrata, ni los Trawün llevados a cabo en diversas instancias previas al 18 de octubre. Como anarquistas advertimos del instrumento político que usa el Estado a través de hordas paramilitares organizadas por el fascismo. Como anarquistas negamos toda forma de discriminación, sea racismo, machismo o cualquier forma de jerarquizar la sociedad. Apelamos a la libertad en igualdad y, por esto, en coherencia a los principios enarbolados en cada esfuerzo federativo, apoyamos al pueblo Mapuche en resistencia.
El pueblo Mapuche, pasado el 18 de octubre, mostró su inmediata solidaridad para con las demandas del pueblo chileno en general, pero no sin recordar a los huincas, quienes históricamente han reprimido y vulnerado su forma de vida. Como anarquistas, hacemos un llamado para extender los alcances del antirracismo, del feminismo, de la horizontalidad y de toda manifestación participativa que protege la dignidad en la costumbre.
En tiempos difíciles, siempre han sido necesarias las alianzas más allá de los límites naturales del horizonte político al que se adscribe cada uno, no queriendo decir con esto que una mixtura partidista deba organizarse para tomar el poder, sino que el pueblo, reconociendo su pluralidad, debe organizarse bajo los estándares de la horizontalidad y la asamblea, para que el individuo, junto a otros, perpetúe el fin último de lo colectivo, haciendo lectura del parecer de todas y todos los integrantes de la sociedad o de una parte de esta.
La historia ha demostrado que la autonomía encuentra problemas distintos en cada territorio y así mismo genera perspectivas distintas para combatir las fuerzas del enemigo, pero no siendo esta razón para no encontrar un sentido común-posible entre regiones, entre pueblos.
¡ LIBERAR AL MAPUCHE POR LUCHAR !